Padres jugando con sus hijas a saltar el lazo para estimular su motricidad gruesa Padres jugando con sus hijas a saltar el lazo para estimular su motricidad gruesa

5 ACTIVIDADES PARA DESARROLLAR LA MOTRICIDAD GRUESA EN LOS NIÑOS

Factores que influyen en el crecimiento y desarrollo de los niños

El desarrollo y crecimiento de los niños incluye todo lo relacionado con aspectos físicos, lingüísticos, cognitivos, socio afectivos, motricidad gruesa y motricidad fina, según informa la Organización Mundial de la Salud (OMS). Una buena base de todos estos factores se verá reflejado en la vida adulta.

¿Qué es la motricidad gruesa?

La motricidad gruesa hace parte del crecimiento integral de tu pequeño, es la capacidad de mover los músculos del cuerpo de forma coordinada y mantener el equilibrio. Ésta se empieza a estructurar desde el nacimiento y se consolida entre los 12 y 15 años de edad. En ella influyen diferentes factores: genéticos, sociales, psicológicos y ambientales.

Del primer año de vida a los 5 años, la motricidad gruesa tiene un desarrollo importante, porque es la etapa en la que los niños empiezan a caminar y desarrollan el equilibrio; luego ya empiezan a realizar otras actividades como correr y saltar.

La motricidad gruesa no solo tiene que ver con el movimiento y desarrollo de los músculos, ésta también permite expresar destrezas cognitivas y relacionarse con el entorno que los rodea.

5 Actividades para estimular la motricidad gruesa

La mejor forma de estimular la motricidad gruesa es haciendo diferentes tipos de actividades físicas que impliquen movimiento del cuerpo, refuercen el equilibrio y la concentración.

1. Imitar animales

Una de las mejores actividades para trabajar la habilidad motriz de tus hijos es jugar a imitar animales, no solo sus sonidos, también los movimientos. Esto implica que tus pequeños tengan que tirarse al suelo, saltar, brincar, arrastrarse y estirarse, todo lo que sea necesario para hacer la mejor imitación del animal que está representando.

Trata de elegir animales que hagan diferentes movimientos, como: conejo, canguro, gorila o rana. Esta actividad además de ser divertida, le ayudará a mejorar su motricidad gruesa y aprenderá sobre fauna.

2. Circuito de hula hula

La idea es que pongas diferentes aros de colores en el suelo. Dentro de cada uno puedes dejar un papel con un reto que debe cumplir justo sin salirse de este. Puedes dejar cada hula hula a diferentes distancias para que deba estirarse o saltar hacia el siguiente si es necesario.

En cuanto a las actividades que deben estar en cada aro, puedes pedirle que baile, que imite algún animal, que haga cierta cantidad de sentadillas; deja volar la imaginación y diviértanse en familia. Al final pueden contabilizar el tiempo y el que realice todo el circuito más rápido será el ganador.