Fomentar la motricidad gruesa no es tan difícil como parece, pero desarrollarla es muy importante para el correcto crecimiento de tu hijo. Conoce en esta nota en qué consiste.
Seguramente has escuchado de la motricidad fina, se trata de pequeños movimientos que se realizan con los dedos o la lengua. Es decir, está enfocado en músculos que no son muy grandes pero vitales para realizar movimientos precisos y detallados.
Ahora, ¿sabes lo qué es la habilidad motora gruesa? Cuando hablamos de este concepto nos referimos a los grandes grupos musculares que se necesitan para realizar desplazamientos mayores como caminar, agitar los brazos o levantar las piernas.
¿Para qué sirve la motricidad gruesa?
No solamente es esencial para realizar acciones del día a día, sino que también es importante para desarrollar tareas que incluyen la motricidad fina. Los bebés desarrollan primero esta habilidad pues, a través de ella, pueden coordinar, poco a poco, cada músculo y comprender cómo controlar cada movimiento.
Los niños realizan este proceso de arriba para abajo: primero, controlan la cabeza; después, el torso; luego, encuentran el equilibrio para comenzar a gatear y finalmente, dominan la parte inferior del cuerpo.
Como ves, es fundamental para realizar cualquier actividad y, a medida que los pequeños van creciendo, contar con avances en habilidades finas y gruesas es muy necesario con el objetivo de obtener información del mundo y poder controlar los propios movimientos.
Aquí es valioso recordar que, aunque suceda en automático, en realidad es un proceso al que hay que prestar atención con el fin de detectar alguna falla y estar al tanto de cómo está la movilidad de los niños.
¿Cuáles problemas pueden surgir por la motricidad gruesa?
Aunque estamos hablando de su desarrollo en niños, es un inconveniente que puede ocurrir a cualquier edad y puede surgir por múltiples razones. Sin embargo, una de las causas más comunes en los pequeños es el trastorno del desarrollo de la coordinación, denominado también como dispraxia. Esta afección puede manifestarse por sí sola o ir acompañada con otros trastornos verbales y cerebrales.
La dispraxia se hace evidente cuando acciones que parecen sencillas, como atarse los cordones, escribir o correr se realizan con mucha dificultad y torpeza. No se trata de un trastorno muscular sino de la incompetencia para planificar, coordinar y secuenciar los movimientos. Se presenta entre un 2 al 5 % en niños sanos quienes, a pesar de tener estos inconvenientes, tampoco suelen presentar problemas que tengan una relación directa con su capacidad intelectual.
¿Cómo puedes mejorar la motricidad gruesa de los niños?
Es probable que en realidad no tengas que hacer mucho, pues, como te comentábamos en párrafos anteriores, el desarrollo sucede en automático. Es decir, los pequeños van, poco a poco, conociendo más del mundo y entendiendo cómo su cerebro es capaz de controlar los grupos musculares de su cuerpo.
A pesar de ello, esto no significa que no puedas hacer algunos pasos o acciones extra con el objetivo de mejorar sus movimientos. Desde MILO® te compartimos algunas herramientas que tienes a tu alcance.
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Juego
Las actividades físicas son una excelente respuesta a la hora de medir si tu pequeño presenta o no dificultades al momento de realizar alguna actividad. En la actualidad, puedes encontrar muchos recursos y herramientas que te ayudan a crear espacios de entretenimiento tanto en interiores como exteriores.
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Confianza
Desarrollar esta habilidad es vital para que el niño sienta que tiene control sobre sus músculos. Intenta acompañarlo lo más que puedas para evaluar cómo se relaciona con su entorno y evitar accidentes. Pero, en lo posible, deja que explore su alrededor e intente por sí mismo controlar sus movimientos.
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Rutina
Tus hijos se sentirán más seguros si saben lo que deben hacer y en qué momento realizarlo. En este sentido, implementar horarios para estudiar, comer y jugar les dará orden y ayudará a que esa misma planificación la reflejen durante sus actividades diarias.
Procura integrar las tareas que disfruta y recuerda que también es muy importante que vea que tú, como figura paterna, estás dispuesto a compartir con él. Incluso puedes premiar su excelente comportamiento con un MILO® en cajita lleno de sabor y energía nutritiva.
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Tiempo de calidad
En relación con el punto anterior, también es fundamental que puedas premiar el esfuerzo de tus hijos o, en caso contrario, que les ayudes a descubrir soluciones ante, por ejemplo, algunos movimientos torpes.
Evita las palabras fuertes o los regaños, en su lugar, experimenta enseñarle desde el ejemplo cómo se mueve o utiliza cada músculo. Demuéstrales que no es complejo y que no sucede nada malo si fallan.
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Monitoreo
En la medida de lo posible presta atención a lo que tu hijo hace. Determina si al levantar un brazo o una pierna lo realiza de manera natural o, si, por el contrario, existe alguna resistencia o dificultad.
En caso de detectar algún inconveniente es una buena idea que acudas ante un profesional, quien evaluará qué fallas se presentan y cuáles chequeos médicos son esenciales para corroborar su estado de salud.
Actividades para mejorar la motricidad gruesa de tus hijos
En la actualidad, existe la posibilidad de realizar actividades tanto en interiores como en exteriores. En este sentido, sin importar si cuentas o no con un parque cerca, hay algunas alternativas que puedes seguir para compartir tiempo de calidad con tus hijos y ayudarlo a desarrollar mucho más su motricidad gruesa.
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Exteriores
Aprovecha los beneficios que te ofrecen escenarios distintos para hacer actividades o ejercicios que normalmente no realizarías. Por ejemplo, clases de natación, juegos acuáticos con cubos o mesas, toboganes en el parque infantil o carreras de obstáculos con diferentes texturas (cemento, hierba, entre otros).
También es una buena idea escoger un deporte que les llame la atención e incluirlo en clases semanales o con una intensidad horaria óptima dependiendo de su jornada.
Por ejemplo, el skateboarding, montar bicicleta o hacer caminatas, no solo les ayudará a mejorar sus rutinas, sino que también tendrán la posibilidad de cambiar su perspectiva y convivir con personas diferentes a ellos, lo cual fortalecerá sus relaciones interpersonales.
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Interiores
Aunque el espacio es limitado, las opciones son infinitas. Los bebés necesitan identificar los inconvenientes en la vía para saber cómo moverse. Una buena idea es crear algunos obstáculos con las cobijas y las almohadas.
Si es posible añade textura, les ayudará a despertar sus sentidos. Otro plan perfecto es inscribirse en clases de yoga junto a papá y mamá, este ejercicio ayuda a alcanzar un equilibrio entre cuerpo y mente.
Por otro lado, los niños podrán disfrutar de juegos donde se repliquen movimientos o exista algo de acción. Por ejemplo, gimnasia, saltar la cuerda, jugar un videojuego interactivo o bailar favorecerá directamente la coordinación y planeación de cada uno de los desplazamientos a realizar.
Desarrollar, mejorar e incrementar la motricidad gruesa no tiene por qué convertirse en una tarea difícil. Ahora que sabes las herramientas que puedes poner en práctica para lograrlo, no temas compartir con tu hijo momentos únicos, divertidos y que mejorarán su salud. ¡Sé parte de su crecimiento con una bebida deliciosa como MILO® Modificador de leche en polvo y logra una infancia feliz!
¿Cómo lograrlo? Solo debes elegir entre leche o agua, agrega dos cucharadas del producto, mezcla y listo, ya tienes un vaso lleno de las vitaminas y minerales que tu hijo necesita para alcanzas todos sus sueños en el deporte o el estudio. Recuerda que contamos con dos versiones: una regular y otra reducida en azúcar.
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Fuentes:
https://illinoisearlylearning.org/es/ielg/gross-motor-sp/
https://napacenter.org/gross-motor-development/
https://www.understood.org/en/articles/all-about-gross-motor-skills