COCINAR CON NIÑOS: UNA ACTIVIDAD PARA LA FAMILIA

Cocina para niños 

Cocinar es una de las prácticas más ancestrales en la historia de la humanidad. Alrededor de la comida se han construido familias y ciudades. Los mismo aplica para el diario vivir.  

Según la UNICEF, la práctica de cocinar significa ofrecer a los niños una manera sencilla de promover la alimentación sana a través de un juego más interactivo y creativo. 

El desayuno es el espacio que más se debe aprovechar, dado su aporte energético al día, en el cual se pueden utilizar alimentos o ingredientes con importante contenido nutricional. Las frutas, los cereales, los lácteos y las proteínas van bien a esta hora del día. 

Las preparaciones para el desayuno suelen implicar paso a pasos rápidos con ingredientes sencillos que fascinen a tus hijos, un ejemplo de ellos es un sandwich de pollo, con una porción de fresas picadas y una taza de MILO®. Seguro que con el tiempo tus pequeños querrán innovar utilizando otros ingredientes para su emparedado.  

Beneficios de cocinar con niños 

Entre los beneficios que trae esta práctica están los físicos, psicológicos y artísticos. Cocinar con niños es una actividad que requiere tanto concentración como entusiasmo, por lo que los dos hemisferios del cerebro se activan. 

1. Aumenta la creatividad

Cuando le permites a tus hijos que elijan la receta a preparar o decidan qué quieren comer, las posibilidades se hacen enormes, ya que nacen combinaciones asombrosas. Aprovecha esto y guíalos a utilizar ingredientes deliciosos y nutritivos.  

2. Mejora la relación con los padres

El trabajo en equipo no es solo con los compañeros del colegio. Los niños aprenderán que los padres también son amigos y podrán confiar en ellos para hacer actividades juntos. Te verán como un aliado con el que pueden realizar cosas divertidas y pasar tiempo valioso. 

3. Fortalece la paciencia y la tolerancia

Cocinar con niños, según la receta, puede tomar tiempo y requerir que sean meticulosos. Esto permitirá que los niños valoren la importancia de ser paciente y de tolerar si la receta no salió como lo esperaban. Siempre habrá una nueva oportunidad para volver a cocinar. 

4. Mejora la coordinación 

El manejo de los ingredientes, sumado al de los utensilios, requiere de una concentración total. Para dejar las frutas o los vegetales con la forma correcta o aplicar un aderezo con suavidad, se requiere habilidad, una que se desarrolla con la práctica y entusiasmo. 

5. Enseña sobre perseverancia

El preparar algún plato demuestra que el trabajo da frutos, que empezar de cero con unos pocos ingredientes, puede derivar en algo deliciosos y bello como un desayuno, almuerzo o cena fabulosa.  

Anímate a dar el paso con tus hijos, puedes comenzar con preparaciones para el desayuno o incluso en los refrigerios. Verás que son muchos los beneficios que recibirán.